La famosa dama de hierro Margaret Thatcher, que se ha aferrado al poder como un niño a un chuche, tras padecer una enfermidad que la deja más bien de barro, decide cambiarse a la casa de los hermanitos David y Frederik Bancklay o sea al hotel Ritz de Londres.
Los Bancklays son según forbes los hombres más ricos del reino unido y muy fans de la malvada que por poco no ha sido la primera dictadora de la hisória.